Me he leído ya 500 páginas aproximadamente de la trilogía "Fundación" de Isaac Asimov y de momento puedo sacar sólo algunas conclusiones algo difusas. No me queda claro si el libro es un tostón o es apasionante, no me queda claro si Isaac era demócrata o republicano, no me queda claro tampoco si esa deidad llamada Hari Seldon sabía del futuro o era sólo un holograma de esos que usan en psiquiatría para, sin ánimo de lucro ni de hacer ningún daño, decantar la balanza hacia la cordura. El tratado de política y manual de cómo gestionar una guerra y/o conflicto armado que representa éste tomo casi bíblico es para sin duda aprender a liderar revoluciones y partidos políticos, y me ha gustado el amago del autor al iniciar la trama sin ninguna mujer a bordo para luego poner a una pirata que aún no sé si va a conseguir llevar al "payaso" hasta donde están las flores. Cuando hablo del payaso, y sin ánimo de ofender, hablo de ése tal Magnífico, y ahora si que voy a equivocarme del todo haciendo un grave "spoiler autoideado". Creo que queda claro, y me equivocaré más que probablemente si consigo terminar el libro, que Magnífico es o parece ser el dirigente de esa revolución que pretende acabar con la Fundación. A mi me parece que no es más que el Mulo, ése personaje que lleva a todos y todas de cabeza sin quedar claro aún en la página dónde me encuentro quién es y que forma mutante tiene. Quizá estoy cayendo en la trampa del autor sobre evidencias no escritas, pero me permitiré el lujo de darme unos días para terminar el libro porque vale la pena, y será entones cuándo hablaré o callare para siempre, no sin antes recomendar ése tratado sobre "tecnofilosofía programática temporal" o llámalo como quieras titulado "El fin de la eternidad", con el cuál Isaac Asimov consiguió robarme el corazón y quien sabe si algo más.